Salir de casa nos reporta muchos beneficios, ya sea porque nos ayuda a despejar la mente, porque nos exponemos a los elementos, recibimos la tan apreciada vitamina D, mejoramos la salud de nuestros ojos y nuestra piel… Sin embargo, muchas veces tenemos problemas a la hora de pasar tiempo al aire libre debido a que trabajamos muchas horas y, en ocasiones, no salimos de la oficina ni para ir a comer.
La rutina de mucha gente es levantarse, coger el coche, llegar al trabajo, currar las 8 horas diarias (si tienen suerte), volver a coger el coche y para casa. Los fines de semana, que deberían estar destinados a nuestros pasatiempos favoritos, los solemos dedicar a descansar encerrados en casa viendo una película o leyendo en el sofá. Y así, semana tras semana.