El otro día me acordé de mi antiguo correo. Uno que creé hace 15 años y que fui mi correo principal por más de 10 años. Sin embargo, por razones de búsqueda de trabajo, cursos, estudios, etc., acabé creándome otra cuenta de correo. Y, aunque en un principio, utilizaba los dos por igual, la segunda cuenta terminó por convertirse en mi correo principal. Así que cuando lo abrí tras 2 años sin uso alguno, me encontré con más de 9000 correos por abrir. Una auténtica basura digital acumulada en un par de años.
Aunque esto pueda parecer un tema trivial (al fin y al cabo, son simples datos acumulados en algún servidor en la nube, ¿no?), realmente es bastante importante y serio, sobre todo si estamos concienciados con el medio ambiente y nos consideramos personas ecológicas.